La Importancia de la No Violencia – Octubre 2, Día Internacional de la No violencia

Por Gayatri Naraine *

En el año 1986, Brahma Kumaris creó la iniciativa Un millón de minutos de paz como forma de celebrar el año internacional de la paz propuesta por la ONU. El Secretario General se mostró interesado por el proyecto, sin embargo, aseguró que el mundo nunca tendría paz totalmente debido a que, según él, la naturaleza de los seres humanos es de violencia, entonces le pregunté: si nunca va a haber paz ¿por qué celebran el día de la paz?

La paz es una cualidad de mi naturaleza original, está intrínseco en mí como alma que soy, esto significa que soy una fuente de paz, la he heredado de Dios. El alma tiene paz en sí misma y para sostenerse en este estado, como hijo de Dios, necesito reconectarme con Él, el Alma Suprema, por eso debemos tener yoga, pues yoga significa conexión, recuerdo. Para recordar quien soy debo recordar quien es Dios y quien es mi Fuente de paz y de todas las otras virtudes.

Durante muchos años explorando la naturaleza de los seres humanos me di cuenta que, si la cualidad original del alma es la paz, entonces la cualidad intrínseca también es ser no violento, algo muy significativo en el desarrollo espiritual. Inculcar la paz se logra a través de la no violencia.

Existen 4 aspectos muy importantes que quisiera comentar acerca de la no violencia:

En primera medida, la no violencia como forma de vida, conectando con las cualidades originales intrínsecas que hay en mí, en la manera en que yo me comporto, con la actitud ante la vida, y por supuesto con la forma en que veo las cosas y las acciones. Para esto es necesario otra cualidad original, la libertad, libertad de nosotros mismos hacia las cosas, hacia las percepciones y las creencias que pueden separarnos de lo que somos realmente; para no caer en hábitos y actitudes discriminatorias o alienantes debemos liberarnos de acciones violentas. Para lograrlo debo relacionarme fuertemente conmigo mismo, con lo que soy originalmente, con mi coraje y valentía.

En segundo lugar, el principio de la no violencia se debe tener presente en las relaciones; debido a que quiero una vida que me permita hacer que emerja un bello sentimiento de amistad con otros, debo abrirme a mirar a los otros basado en el deseo de entenderlos, a querer aprender de los otros y de las relaciones. Siendo capaz de entender puedo llegar a confiar plenamente.

En tercer lugar, es darme cuenta que cuando la no violencia está conectada con la paz, permite la transformación de tantas emociones negativas que surgen, como el miedo, la incertidumbre, la impaciencia, que interrumpen la paz ya que son formas de violencia. ¿Qué puedo hacer ante esas manifestaciones? Entender qué hay detrás de cada una, creando verdaderas experiencias de paz en el interior, pues con cada experiencia de paz se irán diluyendo.

Y el cuarto principio es elegir el amor y no el odio. Lo que estamos enfrentando actualmente es el odio, no hay aprecio, ni siquiera por sí mismo, de ahí el aumento en las tendencias de hacerse daño a sí mismo, como sucede con el suicidio, o las tendencias de hacer daño a otros. Debemos entonces ir a lo profundo de lo humano para vernos a nosotros y a los otros y darnos cuenta que no somos los creadores de la vida, así que tampoco podemos ser los destructores de ella. Matar, en cualquiera de las formas, es violencia. Por lo tanto alguien no violento siempre va a escoger el amor.

Cuando se ha escogido la no violencia, la paz en el alma y el amor, podemos identificar tres niveles para su experiencia:

El primer nivel es escoger muy bien las palabras. Hoy en el mundo se puede ver la cantidad de basura que hay en el lenguaje, pero éste, a su vez, se ve relacionado con lo que las redes promueven, cómo impactan a cada uno de los usuarios. Investigaciones han permitido identificar el alto impacto en la naturaleza o comportamiento de las personas, en su manera de actuar y de reaccionar en la vida diaria. Cada palabra y cada imagen afecta las emociones y sentimientos, llegando incluso a bloquear la empatía o la solidaridad y hasta destruir la propia vida o la de los demás. La violencia de los diferentes medios de comunicación es una violencia psicológica. Mientras mis ojos ven voy tomando, de manera inconsciente, una sensación de necesidad que me lleva a una decisión de tener, y como es inconsciente, no me pregunto si lo necesito o no, tocó mi deseo y eso me hizo ir a comprar. Debo entonces, preguntarme ¿quiero seguir siendo manipulado? ¿Cuál es mi ideología espiritual? ¿Qué daño me está causando este comportamiento? Cuando quiero protegerme de un sistema que está deshumanizándome o que me está manipulando, debo hacerme consciente de qué es lo que es bueno, qué es lo que quiero, elegir basándome en el entendimiento profundo de qué sistema quiero tomar apoyo. Tenemos que cambiar y traer al primer lugar el valor de las personas y no de los productos, como está sucediendo en la actualidad.

El segundo aspecto tiene que ver con la violencia en las acciones, y por supuesto, también hay diferentes niveles, por ejemplo la violencia en la alimentación. ¿Qué tanta violencia le causó a otros lo que estoy comiendo? Por eso en el camino de la espiritualidad escogemos la alimentación vegetariana, una dieta no violenta basada en vegetales, una dieta pacífica, pues tenemos el convencimiento que lo que sea que yo tome internamente, eso va a causar un impacto en mi ser, en lo que yo haga, así sea de manera inconsciente. Lo que yo haga o como me comporte puede traer trazas de violencia, de ahí que deba revisar con qué estoy estimulando mi cuerpo, así como la manera en la que otros están preparando la comida que consumo. Observar si la persona que la preparó estaba con ira o con cualquier emoción negativa se hace imprescindible pues eso hace que mi cuerpo lo sienta y haga reaccionar a todo mi ser. Debo revisar cómo estoy escogiendo todo, mis relaciones, mis alimentos, etc.

El tercer aspecto es el de la violencia en los pensamientos y sentimientos. Estos se afectan también por cada imagen que recibo de todos los medios de comunicación a los que me veo expuesto durante todo el día. Su influencia es altamente sutil y la meditación ayuda ya que ella enseña a como ser no violento en palabras, acciones, pensamientos y sentimientos. En cada meditación me veo a mí mismo como un ser no violento, entonces mis pensamientos y sentimientos también se influyen por estas vibraciones y van a estar bien. Gran parte de la meditación consiste en revisar los pensamientos uno a uno y ver como yo puedo identificar la negatividad que he ido acumulando y que emergen en palabras y acciones negativas. Para controlarlos la única manera es cuando logro ser introspectivo, mirar muy dentro mío y transformar las raíces que causan la violencia que viene de mi manera de pensar y de sentir, pero para eso necesito fortaleza, la fortaleza que da el poder espiritual, necesito un entendimiento más profundo y por eso, para volvernos seres humanos no violentos en un mundo lleno de violencia, debo prestar atención a estas tres cosas, a los pensamientos, las acciones y las palabras, a qué me estoy exponiendo y qué me puede estar influyendo del mundo que me rodea.

Para repararse internamente es necesario reafirmar lo bueno, reafirmar esa naturaleza de paz y de no violencia, hacerse amigo de sí mismo, ser compasivo consigo mismo, lo cual quiere decir cambiar esos pensamientos sobre sí mismo, generados por uno o por aquello que los demás piensan de mí, con entendimiento profundo, con amor profundo hacia sí mismo, encontrar razones para creer en uno mismo y así, poco a poco, se van a empezar a transformar los pensamientos y los sentimientos y, por lo tanto, también se va a ir transformando el comportamiento y las acciones.

Por ejemplo, en estos momentos de pandemia en el que hay miles de personas sin trabajo y en confinamiento, ha habido un aumento excesivo de violencia doméstica. Ante esta situación la ayuda puede ser definitivamente ofrecer o asistir a programas y charlas que brinden ayuda personal, como los programas que ofrecemos en Brahma Kumaris, en donde se busca lograr cambios sutiles que eleven la espiritualidad, de manera que mientras las personas se van transformando, se puedan ir también modificando los ambientes en los que éstas se encuentran.

La no violencia es una fuerza que requiere tener coraje, el coraje para ir en la dirección opuesta a todo lo que la sociedad invita. Requiere deseo, disposición y, lo más importante, requiere conexión con la consciencia, en introspección continua, así poco a poco se irá descubriendo internamente cómo lograrlo. Nunca reprimir la violencia que se esté sintiendo en el interior de nuestro ser pues estaríamos viviendo en una negación, es necesario encontrar las causas que la están generando, buscar qué hay oculto, qué es lo que vive dentro de mi ser o qué ataduras tengo. Debemos mirar las sombras dentro de cada uno y tener el poder del alma para transferir la luz que la Fuente nos proporciona. Debe ser un cambio de adentro hacia afuera.

Si queremos cambios, en la sociedad o en mi interior, no podemos pensar en lograrlo a través de violencia, porque sería como confrontar la oscuridad con más oscuridad, necesitamos de una luz que vaya terminando con la oscuridad, y esa luz debe iniciar en nosotros mismos, iniciar el cambio y tener el coraje de llevarlo a otros. Y es aquí cuando la meditación nos ayuda a mantener y fortalecer el poder interno para escoger vivir desde la no violencia.

* Representante desde 1980 de Brahma Kumaris ante la ONU

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