Calle 14 A No 4A-05 Barrio Sucre – Celular: 313 222 6907 email: bkchiquinquira@gmail.com
Actividades Chiquinquirá
Fecha | Horario | Evento |
Lunes a Jueves | 7.00 a 7.30 | Meditación abierta al público |
Lunes 1 | 7:30 a 8:30 am o 6:00-7:00 pm o 7:30-8:30 pm | Curso introductorio a la meditación Raja Yoga |
Sábado 6 | 7:30 – 8:30 Pm | Charla Encontrandome con mi mejor Amigo |
Sábado 13 | 7:30 – 8:30 pm | Charla- Como evitar el apego |
Sábado 20 | 7:30 – 8:30 Pm | Charla Taller – El Tiempo mi Tesoro Presente. |
Sábado 27 | 7:00 – 7:30 pm | Charla Taller – Salud Plena Vida Feliz |
Domingos | 4.00- 6.00 pm | Curso introductorio a la meditación Raja Yoga |
Los instrumentos de la paz
La llamada del tiempo es un llamada a la paz. En mis meditaciones de la mañana, puedo oír la llamada del mundo sin paz, por la paz – no sólo para el fin del conflicto, sino por una profunda quietud interior y calma, que todas las almas recuerdan como su estado original.
Si queremos encontrar paz, primero debemos aprender a tranquilizarnos y, a continuación podremos hacernos pacíficos. Hacerse pacífico significa volver a tomar las riendas de una mente fuera de control y terminar con los pensamientos desquiciados y descontrolados. Poniendo atención en la mente, la podemos llevar hacia el silencio, no un lugar sin sonido sino un silencio verdadero, aquél en que experimentamos una profunda sensación de paz y una conciencia generalizada de bienestar.
No es una mente vacía la que produce este estado de paz. Para entrar en este estado de profundo silencio, debemos entrenar al intelecto para crear buenos pensamientos, pensamientos puros. Tenemos que capacitarle a concentrarse. Nuestros pensamientos de desperdicio son una carga pesada. Nuestro hábito de crear demasiados pensamientos y muchas palabras agotan al intelecto. Hay que preguntarse, «¿Cómo puedo cultivar el hábito del pensamiento puro?»
¿Quién es el que anhela entrar en silencio? Soy yo, el ser interior, el alma. Al desapegarme de mi cuerpo, de las cosas corporales, me alejo de las distracciones del mundo, y puedo volver la cara hacia mi interior. Al igual que un lago perfectamente tranquilo cuando todos los susurros del viento finalizan, sale a relucir el ser interior, reflejando las cualidades intrínsecas del alma. Sentimientos de paz y bienestar inundan mi mente y, con ellos, vienen los pensamientos de benevolencia.
Suelto todos los pensamientos de descontento y esto me hace recordar, al estado original del ser. Recuerdo esta calma interior. Aunque no he estado aquí desde hace mucho tiempo, lo recuerdo como mi conciencia original, y una sensación de felicidad y satisfacción se manifiesta dentro de mí. En este estado sé que cada alma es mi amiga. Yo soy mi propio amigo. Estoy muy tranquilo. Estoy totalmente en silencio y en paz.