La Navidad es una oportunidad para inspirarnos a valorar las grandes cosas que tenemos, la importancia del amor en nuestras vidas y recordar que pertenecemos a Dios.
Es un momento en el que la espiritualidad nos inspira a hacer cosas con significado.
Estás cordialmente invitado/a a celebrar la navidad en:
Sede Principal La Castellana
– Bogotá
Carrera 45A # 93-95
Teléfono: 57 (1) 533 1339
Jueves 22 de diciembre 6:30 a 8:30 pm
Entrada libre.
Habla con Dios
Si te lastiman el corazón, conversa contigo mismo y habla con Dios. Dios es el médico del alma, deja que él te sane y te dé aún más amor. De los demás, jamás pienses algo negativo porque la primera persona que experimenta esta negatividad es tú mismo. La mejor revancha contra alguien que te cause daño es darle amor, misericordia, comprensión y nuevas oportunidades. Si la tristeza golpea tu puerta, no le abras. Aunque la felicidad no golpee tu puerta, abre la puerta e invítala a entrar. No hay excusas para no hacer nada; la responsabilidad y la acción te ayudan a crecer. Si en algún momento la sonrisa se te desaparece de la cara, habla con Dios, con un amigo o recuerda algo agradable. No te quedes sin sonreír, ni por un segundo. Si piensas en algo desagradable que pasó en tu vida, haz de cuenta que es una película y aplaude el protagonista, tú mismo. Cuando el dolor venga, no lo aguantes. Con amor y respeto a tu propio cuerpo, entrégalo a quien pueda curarlo. Pero no dejes que el dolor llegue adentro de tu ser; para eso, habla con Dios y siente su amor sanador. No te engañes, pero no exageres con relación a tu destino. Cada día es más valioso cuando ya sabes que te vas a ir – es mejor disfrutar esos días que pensar cuando se acabarán. No tengas miedo de hablar que te vas. Entiende mejor qué significa eso, conversa contigo y con los demás. No tengas miedo de lo que te espera. Cosecharás las semillas que sembraste, así que aprovecha estos últimos días para sembrar más semillas, no en temer lo que viene. Ama. No pares de amar, jamás.