En el mundo de hoy cada vez más convulsionado, cuando día a día estamos siendo golpeados por noticias de guerra, más y más conflictos, desplazamientos, y toda clase de situaciones incontables y aún más, los problemas sociales y políticos etc. es como si todo se confabulara para que las cosas estén mal, si bien parece que no podemos la mayoría de veces hacer nada al respecto y no tenemos el poder para terminar con todas estas situaciones, tampoco ayudamos quejándonos lamentando nuestra impotencia, porque de esa forma sólo le damos más poder a lo negativo. ¿Qué hacer entonces? lo importante es saber que tenemos un recurso maravilloso que podemos utilizar, y es el poder de nuestros pensamientos. Cuando muchas personas en el mundo sólo expresan malestar por lo que ocurre, la fuerza negativa de esos pensamientos terminan por empeorar las cosas.
Ocurre lo mismo al contrario, si tenemos buenos deseos y el sentimiento verdadero de ayudar, lo podemos hacer usando la energía poderosa de nuestros pensamientos. Por esta razón, la organización Brahma Kumaris desde hace años viene realizando un programa el tercer domingo de cada mes llamado “Meditación por la paz del mundo” a las 6:30 en todas las sedes de la organización en el mundo. Por espacio de una hora se envían estas vibraciones del pensamiento positivo al mundo y a los diferentes conflictos y problemas para ayudar en su solución. Todos poseemos la capacidad de dar buenos deseos y sentimientos puros, no hay ningún gasto económico en ello y sí la satisfacción de ayudar desde nuestra realidad.
Así como existen quienes dedican su vida a dañar las de otros, podemos contrarrestar eso al dedicar nuestra vida al servicio de los demás pero empezando por uno mismo. Todo lo que se invierte en generar cambios positivos en uno mismo, mejorando la capacidad de relacionarse bien con los otros aunque tengan carácter difícil, mejorar nuestra respuesta a las situaciones del diario vivir, mejorar la autoestima terminar con el estrés, las preocupaciones, la falta de realización en la vida, todo esto va en beneficio de los que están cerca y de nosotros mismos.
No existen límites para el crecimiento humano el cual nos vuelve más positivos y proactivos, es decir más capaces de convivir con los otros y el resultado de esto es pensar más positivo , esta energía positiva del pensamiento, mejora la atmósfera de nuestro entorno y así nos servimos a nosotros mismos y a los demás. Sin embargo este proceso debe estar bien dirigido teniendo en cuenta el equilibrio para no ir al extremo de un lado u otro pues esto en lugar de ser beneficioso puede generar aún más dolor. Saber elegir los pensamientos, y usarlos adecuadamente es un deber y una responsabilidad con nosotros mismos que debemos asumir para bien propio y el del mundo