Llevando una vida libre de estrés

Hasta hace unos 20 años, la palabra estrés era solo un término científico. No era parte de nuestras conversaciones referirse a nuestro estado de ánimo. Incluso durante esos años, trabajamos tan duro como lo hacemos hoy, las situaciones eran tan desafiantes como lo son hoy. Sin embargo, nunca dijimos que me siento estresado.

Poco a poco empezamos a usarlo comúnmente como una emoción para describir nuestro estado de ánimo. Nos gusta decir que estamos estresados, como un indicador de que estamos trabajando muy duro, incluso yendo más allá de nuestras obligaciones regulares.

Revisemos nuestra comprensión sobre el estrés. Somos originalmente seres felices, pacíficos y poderosos. El estrés es el resultado de nuestra creación de pensamientos erróneos. Es un dolor emocional que indica que algo en nosotros necesita cambiar. Pero al ver que todos los que nos rodean también pasan por el estrés, tendemos a creer que experimentar un poco de estrés está bien, es natural, obvio y común en los tiempos de hoy.

Eso no es verdad. El estrés tiene un impacto en nuestro bienestar físico y emocional. Afecta nuestra eficiencia, memoria, capacidad de toma de decisiones y reduce nuestro rendimiento. Por lo tanto, cualquier cantidad de estrés es perjudicial.

En ciencia, el estrés es igual a la presión dividida por la resiliencia.

Aplicándolo en nuestras vidas:

Presión = Nuestras Situaciones (como objetivos, plazos, exámenes, metas, problemas de salud, relaciones)

Resiliencia = Nuestra Fuerza Interior (como pureza, paz, poder, felicidad, dicha, sabiduría, amor)

Por lo tanto, el Estrés es igual a Nuestras Situaciones divididas por Nuestra Fuerza Interior.

Entonces, cuando aumentamos la fuerza interior, reducimos el estrés. Nos convertimos en seres estables, pacíficos y felices. Pero cuando nuestra fuerza interior es baja, incluso una pequeña presión crea un gran estrés.

Nuestra primera responsabilidad en cualquier situación es hacernos cargo de nuestro estado de ánimo aumentando la fuerza interior. Es el único ente bajo nuestro control y no la situación, y nos da el poder para enfrentar cualquier situación.

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